Compro libros infantiles. Que le voy a hacer. Pero, igual que Paul (el increíble hombre de la entrada anterior y otras), Rebecca y Benjamin me tienen cautivada.
Hoy fuí a echar un vistazo.
Me encontré a las Princesas de Rebecca en diferentes versiones, en multitud de carpetas, libretas y todo lo que nos podamos imaginar.
Un montón a la izquierda estaba otro libro, Viejecitas. Un montoncito más, otro, Mamás. Uno más a la derecha, El hilo de las Hadas, o algo así.
Todos iguales.
Misma estructura. Mismo estilo.
Mismos perros con distintos collares.
No digo más.