Para dominguear.
O para limpiar las esquinas.
Dejarla blancas. Olvidar lo que tenemos alrededor que nos llena de polvo.
Aquí no ha llegado. LLegará.
Mientras tanto tenemos el vídeo para respirar.
Y La mecánica del corazón. Un cuento en la estantería de novelas.
Ya está en la mesilla de noche. Para barrer mi cabeza.
Así da gusto.
Gracias Benjamin.